Hogar

Espero que escuches mientras lees. Escucha bien y dime si oyes lo mismo que yo.

Hogar. Esta parte de una pieza musical más amplia siempre la recuerdo como un buen ejemplo de que la música habla y dice mucho más que las palabras. La música es un lenguaje más completo que el hablado. Nos dice y nos transmite. Su suavidad, intensidad, tempo, volumen… matizan de tal forma que nos mueve el ánimo. Nos agita o nos relaja. Hoy hablamos de música.

Muchos reconoceréis de qué pieza se trata. Otros no. No importa. Poneros cómodos en este pentagrama y relajaros. Cuando digo que esta música es hogar, me refiero a un momento concreto de sentirse en paz. El hogar no es una casa, el hogar es sentirse a salvo. Estar protegidos. Es una burbuja de serenidad. El hogar se siente. Solo o acompañado. El hogar eres tú mismo, es tu familia, tu mascota, ese mueble que tanto te gusta… es tu almohada.

En el momento que llegas a casa cansado. Muy cansado. Te sientas. Comes algo. La sangre baja al estómago para favorecer la digestión y el cerebro responde con síntomas de sueño. Estás cansado y tienes mucho sueño. Haces un largo parpadeo y te metes en la cama. Encoges las rodillas, respiras despacio y profundo, escuchas el aire de tu respiración y te mueves ligeramente a un lado. Has encontrado la postura perfecta para este momento. No puedes estar más a gusto. Eres feliz con esta sensación casi infinita de bienestar. Tienes los ojos cerrados y casi ni tienes tiempo de terminar la frase mentalmente «no puedo estar más cómodo» porque ya estás soñando en un abrir y cerrar de ojos.

Todos tenemos varios ejemplos de sentirnos como nos describe la música. Puede ser en el sofá tapado con una manta viendo una película, porque eso sí, esta música habla de un hogar cálido con frío o mal tiempo fuera. Estamos a refugio. Puede ser un café con tu pareja, una comida serena en familia o una profunda conversación con tu madre. De hecho es todo eso y más, porque eres tu mismo disfrutando de ti. Valoras cada luz, cada tono, cada sonido, la temperatura y hasta el pijama viejo que llevas puesto. En ningún sitio se puede estar mejor.

Esta composición es de Alan Silvestri para la banda sonora de «Regreso al futuro 3» y aparece al principio de la película en la que vemos la casa, o mejor dicho, vemos el hogar de Doc. La escena describe alguna de las características que he descrito, pero la pregunta es, ¿es la música así por la escena o la escena está inspirada en lo que evoca la música? En cualquier caso es un baile maravilloso entre música e imagen.

Si creas un hogar, este va contigo. Forma parte de ti. Siempre está y puedes sentirte en casa incluso si te encuentras sentado en el parque. Si en los ojos de otra persona, escuchas esta música, tu hogar está también ahí.