Psicología y cine (depresión)

En colaboración con Cati Fiol psicóloga

¡Qué bello es vivir! (Frank Capra) (1946)

¡Qué bello es vivir!
¡Qué bello es vivir! (1946) Frank Capra

   George Bailey (James Stewart) se nos presenta como un buen hombre. Sensible, familiar y dado a los demás. Sabe defender sus derechos e ideales pero una situación, propiciada por un personaje sin escrúpulos, le sume en una profunda depresión que le incita al suicidio.

   En el momento decisivo, la magia sucede y aparece un ángel de segunda categoría que consigue evitar la tragedia.

   Sensible, ese es el motivo por el que hemos elegido este personaje. Una persona sensible experimenta emociones muy fuertes e intensas. Sentir una inmensa felicidad en momentos cotidianos, pero lo mismo con una tristeza que puede adherirse a él y llevarlo al desastre. La magia de ese entrañable ángel, aspirando sus alas, es de dudosa aparición en la realidad pero él representa el apoyo y distracción oportuna cuando más se necesita. La vida merece la pena y en un hombre bueno, su propia existencia es relevante. Ese ángel es el recurso y la herramienta que George necesitaba.

   Siempre hay “ángeles”, de modo, que en momentos tan duros, hay que intentar no mirar hacia el abismo. Alzar la vista y pedir ayuda. La “magia” la llevamos dentro.  


El indomable Will Hunting (Gus Van Sant) (1997)

El indomable Will Hunting
El indomable Will Hunting (1997) Gus Van Sant

   Sean Maguire (Robin Williams) es un profesor de psicología con un duelo enquistado y pendiente de superar que tiene que lidiar con la mente de un joven genio de las matemáticas, rebelde y con pocas ganas de colaborar. Sean Maguire es muy inteligente, si no tanto como su “amigo de las mates”, toma a éste como un estímulo, un reto, un porqué. Los dos se están poniendo a prueba, los dos se necesitan y ninguno lo sabe.

   Uno debe ser cuan inteligente sea capaz, para que el otro, pueda empezar a reconocer emociones que le mostrarían débil en un mundo hostil, pero necesario para iniciar su amor propio y caminar por el difícil sendero del reconocimiento de vulnerabilidades.

   El otro, en su rechazo a tratarse y mantenerse en su posición acomodada de tipo duro, utiliza su capacidad para dejar en evidencia al profesor y sonsacar su punto más débil. El duelo no superado que le hace sonreír tristemente.

   Una maravillosa partida intelectoemocional (si es que existe la palabra).

   Inteligente. Esta es la razón de traer al profesor Sean a este brevísimo artículo. La inteligencia no está libre de la depresión, más bien al contrario. Las conversaciones interiores de una persona inteligente, hacen que argumente y se contraargumente a sí misma. A veces, los argumentos negativos vencen, y se necesita de un estímulo externo para acelerar esa inteligencia, llevarla a su máximo brillo, poner ganas y que la argumentación positiva aparezca, aunque sea con la ayuda de un genio metomentodo y engreído que también merece su oportunidad.


Del revés (Pete Docter) (2015)

Del revés (2015) Pete Docter

   Riley es una adolescente que sufre un cambio sustancial en su vida. Esto le lleva a una guerra interior entre sus emociones en las que Tristeza, el personaje, comienza a tomar un papel protagonista en su estado de ánimo. Y es de ella, de Tristeza, de quien vamos a hablar, pues Riley, se siente triste, pero Tristeza está deprimida.

   Una tristeza mantenida en el tiempo, resulta agotadora y deriva en una espiral espinosa que puede terminar con nuestra salud física también. La depresión.

   ¿Por qué es tan importante este personaje y esta película? Es lógico que Tristeza esté deprimida, al igual que el personaje Miedo, siempre está asustado o Alegría se muestra siempre feliz.

   La tristeza está infravalorada, tiene mala fama y más aún con el auge de redes sociales en las que todo es «maravilloso». Tristeza, el personaje, es el estado absoluto del sentimiento, es decir, la depresión, pero ojo, esta obra maestra del cine, lo pone todo en su sitio cuando es Tristeza, la chica azul incomprendida por el resto de emociones, la que salva a Riley. Ella es a quién necesitamos en ciertos momentos, y si bien lo que queremos es estar siempre felices, no por ello la tristeza es menos necesaria. Pretender no estar nunca triste, puede desencadenar en una frustración descontrolada y por tanto en la temida depresión. Necesitamos de todas las emociones, incluso de la ninguneada Tristeza para estar en equilibrio. No restes protagonismo a ninguna de tus emociones, en algún momento las necesitamos a todas. Dales el espacio que cada una merece y que no gobierne ninguna en exclusiva. Acepta el espacio que esta chica azul necesita, pero sin necesidad de restarlo a sus compañeras emocionales. De la depresión hay que liberarse, pero aunque Alegría sea más guapa, atractiva y divertida, no olvidemos que Tristeza, nos puede salvar la vida.

4 comentarios en «Psicología y cine (depresión)»

  1. Hola!!! «Que bello es vivir» Es mi película favorita 😍.
    Suerte que nos encontramos Ángeles en nuestro camino que nos aportan luz, algunos nos acompañan toda la vida, otros quedan en el camino, dejando una enseñanza, pero siempre hay que quedarse con lo bueno que hemos aprendido.
    Un besazo 😘

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